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          l modernismo profesa un potente desacuerdo con la cultura burguesa imperante en la época, lo cual hace del movimiento un heredero del posromanticismo del siglo XIX, similar a las corrientes artístias del Art Noveau (Francia y Bélgica), Modern Style (Inglaterra), Sezession (Austria), Jugenstil (Alemania), Liberty (EE. UU.) y Floreale (Italia).

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Según algunos teóricos, el modernismo no fue solo un movimiento literario, sino también un reflejo artístico de una vertiente mucho mayor, una crisis espiritual de Occidente que inició con el siglo XX y duró hasta la Primera Guerra Mundial. Dicha crisis consistiría en el deseo de la creación de orden, un mundo inarmónico e inestable, y coincide con la implantación definitiva del capitalismo como modelo económico y social, así como la decadencia de las monarquías y los grandes imperios, la mayoría de los cuales se disolvería durante el siglo XX.

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El Modernismo es, en sentido amplio, un movimiento de renovación artística y literaria que, a través de un nuevo lenguaje, reivindica la libertad creadora. Se extendió por Europa y América desde finales del siglo XIX. Surge entonces un deseo de recuperar la tradición autóctona y de captar la propia personalidad de los pueblos, y esto convivió con el intento de elaborar una cultura refinada, cosmopolita y universal.

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En las letras hispánicas, la renovación vino dada por los hispanoamericanos, especialmente por Rubén Darío. Desde 1888, Darío usó el término Modernismo para referirse a las tendencias nuevas o modernas, surgidas del inconformismo y como reacción al Realismo y la vulgaridad de las artes y letras.

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En la estética modernista influyen principalmente tres corrientes literarias del siglo XIX como son el Romanticismo y el Parnasianismo. El Romanticismo proporciona la tendencia a ciertos estados de ánimo, como pueden ser la tristeza y melancolía, ambientes nocturnos y crepusculares. Se admira a Bécquer. El Parnasianismo, tiene origen francés y se caracteriza por tener una poesía muy elaborada para lograr la belleza y perfección formal con un lenguaje brillante.

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 Primera Guerra Mundial

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Representación de la belleza del Modernismo

Características del Modernismo

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El modernismo destaca por el inconformismo generacional. Este inconformismo conduce a la búsqueda de nuevos valores, genera a su vez en los autores una actitud de rebeldía antes las formas de vida vigentes, el rechazo de la estética realista y la voluntad de renovación en todos los ámbitos de la cultura.

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La búsqueda de la belleza se intenta alejar de la realidad cotidiana, del utilitarismo y de lo vulgar y mediocre. En el Modernismo los escritores centran su interés en el mundo externo, con predominio de lo formal, lo decorativo y lo refinado; y el mundo interno, con predominio de lo personal e íntimo. El modernismo se caracterizó por la rebeldía creativa, un refinamiento un tanto aristocratizante y narcisista, así como un culturalismo cosmopolita, pero su aporte más importante a las letras hispanas fue su profunda renovación del lenguaje. 

Los temas que destacan en la vertiente externa son una huida o escapismo hacia dos posibilidades: un mundo exótico, elegante y aristocrático, y el pasado legendario con poemas sobre personajes como el Cid. El lenguaje modernista se ve más claramente en la poesía. Los modernistas utilizan palabras que atienden a efectos sonoros, capaces de sugerir y evocar todo tipo de sensaciones. El léxico intenta generar belleza: frecuente adjetivación, vocablos insólitos, cultos, exóticos y misteriosos.

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Leopoldo Lugones

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Fue argentino. Nació en 1874 y murió en 1938, tras suicidarse. Fue poeta, ensayista y periodista de fuerte raigambre nacionalista, precursor del relato fantástico y de ciencia ficción rioplatense. Se convirtió en uno de los primeros en inaugurar el modernismo literario en Buenos Aires: aquella revitalización de la literatura que acompañaba el crecimiento urbano de la ciudad. Por otra parte, todo el contexto histórico que le tocó vivir estuvo atravesado por la pregunta sobre la identidad argentina. Para él, la lengua era una de las cuestiones, más importantes de la nacionalidad. Sus obras poéticas más célebres son “Las montañas del oro” (1897) y “Los crepúsculos del jardín” (1905) de fuerte influencia simbolista.

José Martí

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Fue cubano. Nació en 1853 y murió en 1895, durante la Guerra de Independencia Cubana. Fue político, periodista, pensador, filósofo y poeta. Fundador del Partido Revolucionario Cubano. Viajó por todo el continente y escribió su  obra poética y su obra prosa con muchísimo valor. La poesía de José Martí se funda de una visión dualista de la humanidad: realidad e idealismo, espíritu y materia, verdad y falsedad, conciencia e inconsciencia, luz y oscuridad. Destaca son obras como las crónica de “Nuestra América” (1891), las poesías de “Edad de oro” (1878-1882) y “Flores del destierro (1878 – 1895). Su prosa se vio influenciada por Ralph Waldo, para quien la palabra debía ser tan elocuente como poética e intensa dentro de un discurso sencillo y conciso.

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Delmira Agustini

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Era uruguaya. Nació en 1886 y murió en 1914. Fue una poeta proveniente de sectores pudientes de la sociedad, cuya educación le permitió figurar a pesar de las discriminaciones machistas de la época. La poesía de Delmira es una poesía elemental, como buena parte de la creación modernista. También, se caracteriza por ser evasionista y onírico, ella no acude al parnasianismo, ni al simbolismo hermético.

Ella evade la realidad del mundo y acude a los sueños. En el hacer creador se funden las criaturas estéticas con la vida real del artista. Destacan en su obra El libro blanco (1907), Los cálices vacíos (1913) y Correspondencia sexual (póstuma, 1969).

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