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                ntonio Machado fue poeta, dramaturgo y narrador, uno de los emblemas de la Generación del 98. Tras la muerte de su padre en 1893 y la de su abuelo en 1895, y a pesar de las dificultades económicas por las cuales atravesaba su familia, los hermanos Antonio y Manuel se lanzaron a vivir la vida bohemia del Madrid de finales del siglo XIX. Antonio, además, era un apasionado del teatro y entró a formar parte como meritorio de la compañía de María Guerrero. Por esa época, Antonio escribía bajo el seudónimo de "Tablante de Ricamonte".

 

En 1899, Antonio se trasladó con su hermano Manuel a París, donde ambos trabajaron como traductores en la editorial Garnier. Antonio entró en contacto con la vida literaria parisiense, llegando a conocer a Pío Baroja y a Oscar Wilde. Ese mismo año regresó a Madrid y conoció a Rubén Darío y a Juan Ramón Jiménez. En 1903 se publicó su obra Soledades. Se trata de una serie de poemas que Machado compuso entre 1899 y 1902, a caballo entre sus dos primeros viajes a París y su estancia en Madrid, y que en 1907 amplió con una nueva edición: "Soledades. Galerías. Otros poemas".

 

Desde 1908, Machado escribió unos poemas que, en un primer compendio, envió a finales de 1910 a Gregorio Martínez Sierra, un escritor, dramaturgo y empresario teatral español del modernismo, para su publicación en la editorial Renacimiento. Pero el editor consideró que no había suficiente material por lo que el libro no sé publicó hasta finales de abril de 1912. Al principio se pensó en

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titularlo Tierras de España, pero Machado lo cambió por Campos de Castilla, en el que incluía el largo poema romanceado La tierra de Alvargonzález.

 

Tras pasar una temporada en Baeza, en 1919 Machado se trasladó a Segovia donde desarrolló una intensa actividad. En 1924 publicó Nuevas canciones y en 1924 fue elegido miembro de la Real Academia Española. Fue en esa época cuando conoció a Pilar Valderrama, poetisa y dramaturga de la alta burguesía madrileña. Casada y madre de tres hijos, Pilar era autora de algunos libros de poemas y durante casi nueve años hizo las funciones de musa y "oscuro objeto del deseo" de un rejuvenecido Machado. El poeta inmortalizó a Pilar en sus últimos poemas amorosos con el nombre de Guiomar.

 

En octubre de 1931, el gobierno concedió a Machado una cátedra de francés en Madrid, donde a partir de 1932 pudo vivir de nuevo en compañía de su familia (su madre, su hermano José y la mujer e hijas de éste). En la capital, el poeta continuó viéndose en secreto con su musa. En esa época, Machado escribió menos poesía, pero aumentó su producción en prosa, publicando con frecuencia en el Diario de Madrid y El Sol.

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En 1936 publicó Sentencias, donaires, apuntes y recuerdos de un profesor apócrifo, un cuaderno en el que, a través de dos personajes ficticios, Abel Martín y Juan de Mairena, Machado expresa sus ideas acerca de la cultura, el arte, la sociedad, la política, la literatura y la filosofía. En 1937 se publicó La Guerra, el último libro a de Antonio Machado en vida. En 1939, huyendo de la Guerra junto a su madre, fallece en la localidad francesa de Collioure a causa de una prolongada enfermedad.

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Publicación de Machado en el Diario de Madrid

Soledades

El libro "Soledades" aparece en pleno apogeo del movimiento modernista, lo que es bien visible en la mayoría de los cuarenta y dos poemas que lo componen. Predomina en ellos el tono melancólico y doliente, la anécdota argumental es prácticamente inexistente y los temas son los característicos del intimismo posromántico: el amor, el paso del tiempo, la soledad, la infancia perdida, los sueños. Pretende Machado captar en sus versos lo que él denomina universales del sentimiento. 

 

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Es ya muy característico el empleo de símbolos, con los que el poeta desea escudriñar el misterio de lo escondido: el camino, el espejo, el cristal, el laberinto, la fuente, el río, el mar, el jardín, el crepúsculo, la tarde, el otoño. Sus significados son muy diversos y a veces cambiantes según los textos.

 

En la segunda edición de 1907 se acentúa la línea intimista. El recuerdo, la memoria, el sueño, evocan constantemente un pasado perdido. Se incorporan nuevos símbolos como el de las galerías del alma con el que Machado pretende dar cuenta del interior de la conciencia. Es notable una sensación general de angustia tanto por el fluir incontenible del tiempo como por la premonición de la muerte. El sentimiento del paisaje es muy acusado y característico: la realidad exterior queda impregnada del estado emocional del poeta.

 

En "Soledades", bajo la diversidad de motivos e imágenes, puede advertirse una obsesión permanente: la búsqueda del yo, el desazonado interrogatorio sobre la propia identidad. Tema muy romántico, pero que Machado formula más desde la sensibilidad contenida de un Bécquer, que desde la actitud declamatoria del Romanticismo sonoro.

2º edición. Soledades de Machado

Estos presupuestos: claridad, pero no sencillez, poesía en un tiempo irreversible, pobreza retórica, sí, y, añadimos, intimismo más allá de las anécdotas, es lo que Antonio Machado nos entrega en su primer libro, lo que seguía vivo cuando se desdobla en otros poetas y en sofistas retóricos. Es el nacimiento de su poesía de siempre con unción becqueriana, en el espíritu y en la forma. La palabra sobre la que gira el mundo lírico del primer Machado es tarde [...]. De los 96 poemas de que consta el libro, 36 de ellos hacen referencia a tarde y a sus sinónimos -totales o parciales - ocaso, sol que muere, crepúsculo, muere el día.

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