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            a Generación del 27 es el nombre que recibió el grupo de importantes artistas de vanguardia quienes, con su trabajo conjunto, expresaron una actitud que animaba una forma desenfadada de expresionismo. Aunque considerados un gran grupo, la Generación del 27 estaba en realidad atomizada en pequeños subgrupos, cada uno de ellos fomentando un estilo particular, dependiendo de los artistas implicados. Por ejemplo, Salvador Dalí se centró en el surrealismo y se deleitaba provocando y escandalizando a la clase burguesa.

 

Saltaron a la palestra en el año 1927, a través del tributo organizado con motivo del aniversario de los 300 años de la muerte de Luis de Góngora, la "Generación" nunca estuvo realmente unificada en un grupo homogéneo. En su lugar, las diferentes posturas dentro del grupo, en ocasiones contradictorias, tenían que ver entre sí en su intención de romper con los patrones de la tradición y forjar nuevas tendencias que explorasen la realidad de manera creativa.

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Miembros de la Generación del  27 en el centenario de la muerte de Góngora

Puede parecer irónico que el vigor y la audacia necesarias para abrir nuevos caminos creativos fuesen inspirados a través de la celebración de un poeta del Siglo de Oro literario español. No obstante, no fueron sólo los resultados extremos que se derivaron de la experimentación de Góngora con el lenguaje los que impulsaron las distintas propuestas de artistas y escritores de la época, sino también el fuerte contraste que la casi olvidada figura de Góngora creaba contra el telón de fondo de un establishment predominantemente realista, a ojos del cual el culteranismo de Góngora no estaba bien visto.

 

En este sentido, la ruptura formulada por la Generación del 27 no era necesariamente con el pasado (al menos, el más remoto), sino con la estética dominante de la época, la cual convocaba a su vez una tradición propia como demostración de la valía y el mérito de la visión realista del mundo. Sin apartar la vista de la realidad y sin distanciarse del pasado, los artistas españoles de vanguardia de la Generación del 27 buscaban mirar a la misma realidad pero bajo una luz distinta, desde otro punto de vista y con otra perspectiva.

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Salto generacional

La Generación del 27 se ha visto reducida habitualmente a los diez miembros que participaron en el simposio de Sevilla que celebraba el tercer centenario de la muerte de Luis de Góngora. Mientras que en términos literarios la lista puede resultar útil (aunque evidentemente incompleta), la extensión del grupo 

abarca mucho más allá, incluyendo a artistas plásticos y visuales como Luis Buñuel o Salvador Dalí, ambos con fuertes vínculos con algunos de los miembros del grupo. Como es de esperar, esto resultó en una gran diversidad de puntos de vista, así como de edades, que fue una constante entre los miembros de la Generación.

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De forma similar, la Generación del 27 estaba, conceptualmente, a años luz de los generalmente sombríos y lúgubres pensamientos que caracterizaron la obra de algunos de los miembros de la Generación precedente, la del 98. Sin embargo, y a pesar de sus diferencias estéticas y sus visiones del mundo radicalmente distintas, los miembros de la Generación del 27 sentían un tremendo respeto por sus predecesores. Esto se explica por las circunstancias conjuntas que ayudaron a la difusión de ambos grupos, que tenían en común la animosidad contra una aceptación pasiva e incondicional del discurso dominante.

 

Un trampolín en la evolución conceptual que llevó de la Generación del 98 a la Generación del 27 se conoce como la Generación del 14, que en España no designa a la "generación perdida" de jóvenes

hombres enrolados en la Primera Guerra Mundial, sino a un grupo de intelectuales con

ideas liberales, pero racionalistas, que simpatizaban con la Generación del 98 sin asumir

sus postulados necesariamente. Entre los miembros de esta "Generación" destaca José

Ortega y Gasset como el principal teórico de su tiempo, mientras que Ramón Gómez de

la Serna y, especialmente, Juan Ramón Jiménez estaban muy próximos a los miembros

de la Generación del 27, entre los que Federico García Lorca era el enlace perfecto entre

 los dos movimientos.

 

¿Quién forma parte de la Generación del 27?

Los artistas buscaban aportar una vía de escape a la gente que estaba sufriendo

calamidades durante los tumultuosos años que precedieron al estallido de la Guerra

Civil, alejándose del discurso dominante. Por desgracia, a los intelectuales en general,

y en particular a aquellos que pertenecían a la Generación del 27, no les fue bien durante

la guerra, como quedó cruelmente demostrado con la ejecución de Federico García

Lorca. Tan sólo unos días después de estallar el conflicto fue secuestrado y asesinado,

y nunca más se supo de él ni de sus restos. Otros miembros tuvieron que enfrentarse

a un final prematuro que causó un golpe de efecto para todos aquellos involucrados

en el grupo.

 

En conjunto, la obra literaria de la Generación se encuadra dentro de la poesía. Sin embargo, mucha de la poesía producida durante sus últimos años se alejó de la perfección formal, para ir introduciendo regularmente la música en sus trabajos. Evidentemente, esto es una generalización sobre el conjunto de obras producidas por este grupo. Una mirada más de cerca a la obra de cada uno de estos poetas revela el nivel al que exploraron los distintos, y a veces contradictorios, caminos escogidos por ellos. 

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​Lorca y Buñuel bailaron y bebieron hasta el alba en esta verbena

Estos son algunos de los miembros de la Generación del 27, junto a estos miembros nos podemos encontrar a las Sinsombrero, las mujeres desconocidas de esta Generación.

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Copyright: Literatura Española / Lidia Villa y Javier Llamas.

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